Limitaciones del Terapeuta

Como terapeuta, es esencial entender sus propias limitaciones en relación con la autolesión y cuestiones relacionadas. Las siguientes secciones exploran diversas áreas que pueden limitar su efectividad. Como pueden ser la falta de conocimiento, de concienciación o la confusión sobre la conducta autolesiva.

Falta de conocimiento

Los terapeutas están bien entrenados en muchas áreas, pero la autolesión no es generalmente una de ellas. Si bien la mayoría de los terapeutas encuentran pacientes que se hacen daño a sí mismos, pocos reciben alguna educación formal sobre este comportamiento. Además, aunque la autolesión sea un fenómeno relativamente común, la información disponible para los terapeutas es limitada tanto en cantidad como en utilidad. Si usted es terapeuta, puede haber leído un artículo o dos sobre la autolesión; pero es improbable que haya asistido a un taller o seminario sobre el tema. (Uno de los objetivos de este sitio es proporcionar una fuente adicional de información sobre este tema que los terapeutas y el público en general encontrarán útil e informativa. Al igual, ofrecemos talleres para psicoterapeutas de sensibilización al tema).

Una de las causas principales de la falta de conocimiento de los terapeutas en este campo es el secreto que rodea a la autolesión. La mayoría de los pacientes no entran a la terapia con el objetivo de tratar cuestiones de autolesión. En vez de eso, comienzan a resolver otras áreas, y sólo más tarde, cuando han adquirido confianza, revelan que se hacen daño. Por tanto, debido a que la autolesión no es típicamente una cuestión de presentación, se subestima el predominio de este comportamiento. Este aspecto de la autolesión como comportamiento infrecuente o cuestión secundaria puede conducir a los clínicos a creer que es innecesario un gran conocimiento de esta área, pero esa creencia sería enormemente incorrecta. Es esencial que, si usted va a tratar a pacientes que practican la autolesión, deberá adquirir todo el conocimiento y comprensión del fenómeno que le sea posible.

Falta de Concienciación

Debido a la carencia de material disponible sobre la autolesión y el secreto asociado con esta conducta, la mayoría de los terapeutas tienen una conciencia limitada de esta cuestión. Por ejemplo, puede no haberle ocurrido a usted considerar si los pacientes se pueden estar haciendo daño hasta que uno de ellos se atreva a contárselo.

Cuando toma el historial de un cliente, probablemente se dirija a temas específicos, como medicina y uso de alcohol, historial de traumas y pensamientos o comportamientos suicidas anteriores. Probablemente no pregunte sobre comportamientos de auto-lesión.

Al preguntar sobre estas acciones, usted les abre la puerta a los clientes que sí se autolesionan a fin de admitir o hablar de este tema. A menos que sea usted quien plantee el asunto de la autolesión, sus clientes pueden ser demasiado tímidos, sentirse avergonzados o asustados para traerlo a colación ellos mismos. Preguntar sobre la autolesión durante una evaluación inicial le servirá bien en todas las fases del tratamiento.

La falta de concientización en cuanto a la autolesión también puede hacerle omitir pistas importantes en las etapas subsecuentes del proceso terapéutico. A menudo los pacientes vendrán a la terapia con heridas, raspones, cortadas, y otras dolencias físicas. A menos que sospeche que su cliente está siendo abusado por otro, como un cónyuge o padre, es probable que no le preguntará sobre la fuente de estas heridas. Sólo después de notar un modelo de lesiones (sea por frecuencia o ubicación) estará usted más apto para preguntar sobre las heridas. Al estar consciente de la posibilidad de autolesión, usted puede atender y ayudar mejor a sus pacientes.

Para aumentar su consciencia sobre la autolesión, puede ser útil recordar a todos los pacientes que usted sabe que se han autolesionado. ¿Cuánto les tomó a estas personas después de haber entrado a terapia revelar este comportamiento? ¿Cómo supo usted que la autolesión era un asunto que debía ser tratado? ¿Se relacionaba con los motivos iniciales de los clientes para entrar a la terapia? ¿Había señales de autolesión, como heridas frescas frecuentes o uso de ropa para ocultarlas? ¿Preguntó usted a sus clientes sobre la autolesión o se le dijeron ellos directamente?

Probablemente haya usted notado que no hay un momento o método específico mediante el cual se descubra la autolesión. Al plantear el asunto de la autolesión en su entrevista inicial con un paciente, probablemente descubra que el tiempo que le toma a su cliente revelar sus comportamientos autolesión se acorta y que se hace mucho más directa la manera en la que se exponen estos comportamientos.

Confusión sobre la conducta de Autolesión

En una encuesta informal a profesionales de la salud con respecto a con qué relacionaban la autolesión, un 40% señaló que era una conducta parasuicida. Es importante saber distinguir entre intentos de suicidio y la autolesión. El hacerse daño permite a la persona manejar situaciones que de otra manera no sabría como hacerlo. La autolesión es un método para seguir viviendo, no para quitarse la vida. En la sección de Qué es la autolesión se presentan las diferencias entre la autolesión y otros trastornos con los cuales se le puede confundir. En la sección de Diagnósticos se abordan los diferentes trastornos donde la autolesión puede estar presente y se presenta la propuesta por varios investigadores de proponer un trastorno en sí mismo para dicha conducta.

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