Hablamos de autolesiones  cuando hacemos referencia a realizarse cortes en la piel (“cutting”), golpearse, hacerse quemaduras o  mordeduras entre otras agresiones.

¿Por qué lo hacen?

Los múltiples cambios físicos y psicológicos que se sufren en la adolescencia, hacen de ésta una fase complicada en la vida de muchas personas. Durante esta etapa las emociones suelen vivirse de forma muy intensa y puede provocar en los adolescentes una gran  tensión  emocional que muchos de ellos alivian autolesionándose. Situaciones como el acoso escolar, malos resultados académicos,  problemas familiares o del entorno son algunas de las circunstancias que con más frecuencia podría llevarlos a autoagredirse.

Podemos decir que es una manera de manifestar el dolor emocional que no saben o no pueden exteriorizar. Mediante ese dolor físico tratan de aliviar el dolor psicológico, de regular sus emociones.

Por un lado, este tipo de conductas sirven como distractores de esas emociones negativas que no pueden controlar. Por otro lado, el hecho de sentir dolor físico mediante heridas u  otras autoagresiones  les ofrece una explicación a ese malestar que sienten y no logran explicarse. Además de todo esto, se ha demostrado que, físicamente, al producir esas heridas, el cuerpo segrega unas hormonas llamadas endorfinas, que inhiben la sensación de dolor y producen un bienestar inmediato.

Existen creencias que asocian las conductas autolesivas con una manera de llamar la atención,  o que no reviste de gravedad si los daños son pequeños, pero esto no es cierto, ya que se trata de un importante problema de salud sobretodo cuando las lesiones se van intensificando.

¿Qué podemos hacer para ayudarlos?

Diagnosticar estos casos suele ser difícil ya las personas que lo padecen que tratan de ocultarlo y cuando los padres  advierten la existencia de este problema, éste suele ser serio.

Es importante consultar con un profesional que nos ayude y trabaje con los adolescentes y las familias aspectos como los siguientes:

  • Identificar y definir los problemas y emociones que tenemos y como nos afectan
  • Aprender a generar soluciones alternativas
  • Exteriorizar y canalizar emociones (utilizando diversas técnicas como distractores, relajación y respiración, control de la ira, escribir diarios, hablar con amigos…)
  • Mejorar la comunicación en las familias
  • Mejorar la autoestima y autoconfianza

En definitiva, lo que se busca es dotar al adolescente de técnicas y estrategias que le ayuden a canalizar las emociones y no tener que autoagredirse para sentirse aliviado.

FUENTE: isipclinic.es

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