Recaídas
El hacerte daño ha sido parte de tu vida, y estás acostumbrado a tenerlo presente una buena parte del tiempo. A lo mejor piensas que ya estás “curado” y que todos los pensamientos sobre la autolesión deberían desaparecer mágicamente de tu cabeza, entonces cuando te cachas pensando en una navaja o en un encendedor, o en lo que sea, te enojas, te frustras y tratas de eliminar el pensamiento.
No sirve eliminar el pensamiento, ya que es un reflejo de algo que te está pasando. Lo primero es tratar de poner en palabras qué sientes que te provoca las ganas de autolesionarte.
Repite lo que te funcionó anteriormente: Haz aquellas cosas que te han ayudado a no hacerte daño en ocasiones pasadas.
Ahora bien, si consideras que estás en un estado mental que te va a llevar a hacerte daño: