No estás sola
Si le causas daño físico a tu cuerpo (autolesión o automutilación) para poder manejar emociones que te abruman, ten por seguro que no tienes nada de que avergonzarte. Lo más probable es que estás logrando sobrevivir y mantener una integridad psicológica con la única herramienta que tienes ahora.
La autolesión (automutilación) es una herramienta cruda y destructiva, la cual sirve a corto plazo: logras tener algún alivio del dolor/miedo/ansiedad que invaden tu vida.
Cuando te cortas, te quemas, te golpeas, lo haces porque es lo único que puedes hacer en esos momentos tan difíciles.
El pensar en abandonar el hacerte daño puede sonar imposible, lo cual es lógico: a lo mejor no te has dado cuenta de que puedes aprender otras formas de calmar tu dolor emocional
La forma que elijas para hacerte daño puede ser cortarte, pegarte, quemarte, rascarte, arrancarte el pelo, romperte huesos, impedir que sanen tus heridas, entre otras. Puede que hagas una o varias de estas. La manera en que te dañas no es tan importante como el reconocer que lo haces y el significado que tiene para ti
Autolesionarse no implica necesariamente que sufriste abuso en tu infancia. Lo que normalmente indica es que, en momentos especialmente dificiles, no aprendiste la manera apropiada para manejar emociones muy dolorosas. No estás enfermo ni eres una persona repugnante; lo único que necesitas es explorar formas positivas para comprender y manejar tus emociones
Atención
Antes de seguir leyendo, por favor asegúrate de que te sientes bien, ya que algunas páginas pueden contener material que de manera temporal intensifiquen tu necesidad de autolesionarte