Lo que llegas a Pensar
Primera Reacción
Cuando uno se entera que una persona cercana se hace daño físico propositivamente, es muy normal que se nos vengan a la cabeza los siguientes pensamientos:
Es mi culpa
Yo lo puedo arreglar
Está loca/loco
Esto va a cambiar nuestra relación
No es la persona que yo pensaba que era
Lo hace para manipularme
Me ha estado engañando
Si se considera de manera objetiva, muchos o incluso todos estos pensamientos son equivocados, y pueden fácilmente influenciar de manera negativa tus sentimientos. Es importante estar conscientes de los pensamientos que uno tiene con respecto a la auto-lesión ya que pueden dañar la relación que uno tiene con su ser querido. Platicarlos con alguien que entienda del tema o que pueda empatizar con lo que está sintiendo sirve para poner los pensamientos en perspectiva.
No lo tomes de manera Personal
La conducta de autolesión trata más acerca de la persona que lo hace que acerca de las personas que se hallan a su alrededor. La persona por la que te preocupas, no se corta, quema, golpea, o lo que sea solamente para hacerte sentir mal o culpable. Aunque parezca manipulación, probablemente no sea ésa la intención. Generalmente las personas que se auto-lesionan NO lo hacen por ser dramáticas, enojar a otros, o afirmar algo. Lo hacen porque no tienen otras formas de manejar su dolor/angustia/enojo/tristeza.
Entiende tus propios Sentimientos
Se honesto contigo mismo en cuanto a lo que te hace sentir la conducta de auto-lesión. No pretendas fingir que estás bien cuando no lo estás – muchas personas sienten que la conducta de autolesión es repulsiva, espantosa, o provocante (Favazza, 1996; Alderman, 1997). Si necesitas ayuda para enfrentar los sentimientos que té despierta la conducta de auto-lesión, busca un buen terapeuta. Ten cuidado, sin embargo, de no tratar de conseguir “terapia sustituta” para el miembro de tu familia o amigo – lo que suceda en tus sesiones de terapia deberá permanecer entre tu y tu terapeuta.
No pidas a tu terapeuta que intente diagnosticar o que trate a la persona en cuestión, y si el autolesionador busca tratamiento, asegúrate de que vea a un terapeuta diferente al tuyo. No le platiques el contenido de tus sesiones de terapia más que en términos muy generales, y nunca digas algo como “Mi terapeuta dice que deberías…” La terapia es un instrumento para el auto-entendimiento, no para conseguir que otros cambien.