También encontrareis el artículo en la zona de Descargas o en el siguiente enlace: Que empuja a los adolescentes a lesionarse
Qué empuja a los adolescentes a lesionarse
- La incapacidad para manejar las emociones no deseadas provoca la automutilación
- La inteligencia emocional actúa como protector frente a estos comportamientos
MADRID.- Se cortan, se queman, se golpean la cabeza, se dan puñetazos, se amputan las orejas, la lengua o, incluso, los genitales. La autoagresión suele comenzar en la adolescencia y normalmente no busca encontrar la muerte, aunque constituye un factor de riesgo de suicidio en el futuro. Ahora, un grupo de investigadores belgas y británicos desvela cuáles son algunos de los factores que predisponen a este tipo de comportamiento y qué tipo de personalidad protege de la automutilación.
Lo han conseguido tras llevar a cabo una investigación con 490 adolescente de entre 16 y 19 años, estudiantes de varios colegios británicos. «Los trabajos teóricos y clínicos indican que, primeramente, la autolesión constituye una estrategia para regular las emociones. También cumple con el papel de solicitar ayuda a los demás», comenta Moïra Mikolajczak, del departamento de Psicología de la Universidad Católica Louvain en Bélgica y autora principal del estudio.
Para esta especialista, los mecanismos «por los que se produce la automutilación todavía no están claros, pero parece que funciona a través de tres trayectorias: la anulación de las emociones no deseadas [como fórmula para distraerse de sentimientos intolerables]; su materialización [hacer que la emoción se convierta en dolor tangible] y su transformación [la autolesión provoca la relajación de endorfinas, lo que ocasiona cierta ‘analgesia’ que provoca una sensación de bienestar]», destaca la investigación, publicada en el último ‘British Journal of Clinical Psychology’.
Partiendo, por tanto, de la base de que la autoagresión «a menudo funciona como como una estrategia para regular las emociones, hemos realizado este ensayo bajo la hipótesis de que la personalidad es un factor que puede predecir este tipo de comportamientos, lo que es particularmente importante a la hora de pensar en prevención», destaca la doctora Mikolajczak.
Durante el estudio, los participantes realizaron varios cuestionarios. Uno sobre inteligencia emocional (adaptabilidad, rasgos de empatía, de felicidad y optimismo, adaptabilidad, autoestima, entre otros), otro sobre depresión, así como uno relacionado con la autoagresión.
Los datos constatan que hasta un 27% de los estudiantes incluidos en la investigación reconoció haberse autolesionado deliberadamente, con cortes, quemaduras o tomando una sobredosis de drogas recreacionales. Uno de los resultados sobre el que los autores hacen especial hincapié es en el hecho de que hasta «un 65% de los que confesaron autoagredirse padecía síntomas de depresión», reza el documento.
«Automutilarse es más común de lo que siempre hemos pensado. Las estadísticas, según las distintas investigaciones, hablan de una prevalencia de un 20% a un 40%. En nuestro trabajo la cifra está en un 27%, pero tal vez sea más preocupante aún el hecho de que un 21% de estos chicos y chicas que se autoagreden afirme que lo hizo con la intención de morir», comentan los investigadores.
Programas ‘coaching’
Hasta ahora, la autolesión no había constituido un factor de riesgo grave de suicidio, «pero los testimonios recogidos en nuestro ensayo requieren de trabajos futuros con el fin de comprender mejor este fenómeno de cara a su mejor tratamiento y prevención», insisten el equipo internacional de científicos.
Lo que sí queda patente en el estudio es que los menores con niveles más elevados de inteligencia emocional son los que menos riesgos tienen de llevar cabo este tipo de comportamientos autodestructivos. «Por el contrario los que más se automutilan son los que han obtenido puntuaciones más bajas en las pruebas de inteligencia emocional, los que peor se adaptan a las situaciones, más se autocritican y más culpables se sienten», declaran los autores.
La parte positiva de estos hallazgos queda reflejada en el hecho de que «si los resultados de nuestra investigación se repiten en estudios futuros, sabemos que la incorporación de programas ‘coaching’ [aquéllos que ayudan a las personas a encontrar lo mejor de sí mismas y buscar el camino entre lo que son y lo que quieren ser] sería una buena estrategia para la prevención y tratamiento de la autolesión», concluyen los científicos.
FUENTE: elmundo.es