Gracias a Elisabeth Rigo Andrews, psicóloga y amiga de la Comunidad, por permitirnos la publicación de su artículo.
Las autolesiones son todas aquellas conductas que implican causarse daño a uno mismo cuando esto no es por placer o con intención de acabar con la vida de unos mismo, por ejemplo: cortes (85%), quemaduras (30%), golpes (32%), punciones, arañazos, pellizcos, arrancarse el pelo (7%), envenenarse, etc… Las autolesiones pueden tener muchas funciones y causas. Son una conducta que impacta mucho a las personas que les rodean que suelen reaccionar con espanto y miedo y por ello voy a intentar explicar un poco mejor porque se produce y que puedes hacer si tú te autolesionas.
¿Por qué se autolesiona la gente?
Primero debemos tener en cuenta que si bien las autolesiones son una conducta parasuicida, no son una conducta suicida en sí. El suicidio suele intentar acabar con el sufrimiento, acabar con la vida (suelen preferir métodos indoloros o no violentos), mientras que la autolesión provoca un dolor o una distracción. Esto es complicado de entender. Sí es cierto que muchas personas se lesionan como preludio a un intento de suicido posterior, tantean el terreno y este es el peligro, la escalada de daño que puede acabar últimamente comportando un riesgo para la persona, incluso sin que la persona tenga intención. Pero por lo general las autolesiones son una forma o de castigo o de distracción (tienen una función diferente a la suicida lo cual no implica que no estén asociadas a ella). Por lo general podemos describir seis grupos de motivos para que alguien se autolesione:
- Para llamar la atención: Las autolesiones son muy llamativas y hacen que los demás sientan la necesidad de estar encima de la persona por miedo a que lo vuelva a hacer, son un arma muy potente ante la que los demás poco pueden hacer, en algunos casos buscan atención, afecto, que se les escuche y que se haga lo que ellos quieren. Muchas veces se utiliza la lesión como amenaza (“si me dejas me autolesionaré”…) o para culpar a la otra persona y hacer que se sienta mal. NO todas las autolesiones son por este motivo (de hecho más bien pocas lo son) y hay que ir con mucho cuidado de ignorar una señal de este tipo pues puede que no lo estén haciendo para llamar la atención. Por lo general este punto se suele omitir por miedo a crear perjuicios hacia la gente que se autolesiona, pero lo cierto es que sí hay un porcentaje que lo hacen por este motivo (puede ser de forma inconsciente) aunque sean pocos.
- Para castigarse: Una baja autoestima, sentimientos de culpabilidad, de no ser merecedor de algo, de ser responsable por algo negativo pueden llevar a la persona a pensar que son “malos” y que merecen un castigo. Muchas veces representan sentimientos de odio o rechazo o disgusto hacia uno mismo. Suelen ser personas con muy baja autoestima.
- Para evadir un malestar emocional: esto es como lo de que si te duele la mano rómpete la pierna (es una distracción). El malestar físico (el dolor) tiene prioridad sobre cualquier otra sensación, detiene todo camino del pensamiento, interrumpe los sentimientos. Cuando sentimos dolor no pensamos en nada más, y esto es lo que busca alguien en estos casos de una autolesión. Cuando hay rumiaciones fuertes, pensamientos negativos constantes, ansiedad, depresión, la persona puede lesionarse por el propio malestar que estos producen pero también porque la autolesión bloqueará temporalmente esos pensamientos. Es una forma de controlar las emociones. Por ejemplo si alguien está muy muy enfadado o muy muy ansioso, esas emociones empiezan a sobrepasar a la persona, es fácil que en pocos ensayos la persona aprenda a lesionarse como método para frenar ese enfado creciente. Es como una válvula que libera esa tensión emocional.
- Como conducta para-suicida, tanteo del terreno: Muchos suicidas habían previamente llevado a cabo tentativas. Por ejemplo cortes en las muñecas previos al corte más profundo. A veces es para ver si son capaces, para saber que van a sentir en el momento. A veces demuestra una inseguridad, aún no están seguros y en el momento frenan la conducta antes de que sea letal. Se calcula que un 15% de las personas que se autolesionan tienen tendencias suicidas.
- Para asumir un control sobre situaciones que sobrepasan a la persona: Esto sería similar a lo que ocurre con la anorexia, en este tipo de conductas dañinas para uno mismo pueden influir sentimientos o necesidad de control, aun cuando uno no puede controlar a los demás o lo que le rodea, si puede controlar su propio cuerpo. Esta necesidad de sentir control sobre uno mismo puede asociarse junto con los otros factores que hemos comentado y influir en la conducta autolesiva, que puede representar una forma de autocontrol o simplemente control.
- Por sentimientos de vacio crónico: Cuando uno lleva mal mucho tiempo o por diferentes motivos puede acabar “embotado”, que no siente nada (ni bueno ni malo). Muchas veces estos sentimientos de vacío, de que falta algo o de que no se puede sentir nada pueden ser muy frustrantes y llevar a la persona desear sentir algo, por malo que sea. La autolesión causa dolor y sentimientos que pueden hacer que la persona los utilice para suplir esos episodios de vacío existencial, para hacerles sentir “vivos”.
Datos y trastornos:
Las autolesiones pueden aparecer por si solas pero es seguro que son una simple representación de un problema más complejo de fondo, se estima que el 50% de las autolesiones están asociadas a un trastorno mental. Una autolesión es un síntoma, no un trastorno (se plantea para la nueva versión del DSM-V incluirlas por si solas como trastorno). Toda autolesión debe ser considerada y no ignorada, al menos hasta que se descarte ningún peligro o que esto forme parte del tratamiento.
Cerca de un 10% de los ingresos hospitalarios se deben a autolesiones. Las autolesiones son mucho más frecuentes de lo que pensamos (se dan en un 4% de la población general), especialmente en la época de la adolescencia (llegan al 14-15%). Además las cifras suben mucho si tenemos en cuenta el haberlo hecho alguna vez en la vida y si nos adentramos en la población psiquiátrica las tasas son aún más elevadas.
Las mujeres se autolesionan más con cortes, los hombres con quemaduras.
Hay muchos trastornos en los que aparecen las autolesiones, el más común y el UNICO en el que se considera uno de los criterios de diagnóstico sufrir autolesiones es el trastorno límite de la personalidad. En este trastorno las autolesiones aparecen en un 70% de los pacientes y entre el 8 y 10 % consuman suicidio.
Las autolesiones son también frecuentes en los retrasos mentales severos pero se tratan realmente de un caso algo diferente por lo que no entraremos en ello.
En el trastorno de personalidad histriónica pueden aparecer autolesiones aunque es en este más probable que se asocien a una llamada de atención. También pueden aparecer en otros trastornos de personalidad (como el antisocial).
Está claro que en la depresión (o el trastorno bipolar) los sentimientos de malestar pueden acabar llevando a la persona a autolesionarse.
Las autolesiones pueden ocurrir en momentos o episodios de despersonalización en los que la persona no es consciente de lo que está haciendo. Así mismo en ocasiones en episodios psicóticos las voces pueden inducir a las autolesiones.
Se asocia también con los trastornos de la conducta alimentaria y los trastornos por consumo de sustancias.
Las autolesiones también pueden aparecer en el trastorno por estrés postraumático.
Factores asociados:
Ninguno de estos factores predice por si solo las autolesiones. Las autolesiones pueden aparecer en personas que no cumplen estos factores aunque es poco frecuente.
Factores de riesgo: Ser mujer, tener entre 15 y 25 años, vivir en una institución o centro, personas dependientes de alcohol o drogas.
Factores precipitantes: Bullying, embarazo no deseado, enfermedad física grave, divorcio de los padres o problemas familiares, abuso sexual, violencia doméstica, duelo, depresión, problemas económicos o en el trabajo, ansiedad, problemas en las relaciones sociales, suicidio o autolesiones de alguien cercano (este factor afecta más a los adolescentes), ansiedad, soledad… El alcohol está presente en muchos de los periodos autolesivos, desinhibe y fomenta la conducta impulsiva por lo que es una mala combinación.
Factores de base en la persona que serían de riesgo: Baja autoestima, imagen corporal pobre o distorsionada, sentimientos de rechazo por parte de los demás o de ser diferente, ser una persona aislada, bajas habilidades sociales, diferencias culturales o raciales, mala adaptación al entorno, alto neuroticismo (como rasgo de personalidad), presentar algún trastorno psicológico (ver más arriba).
Biología de las autolesiones.
El sistema más implicado en las conductas suicidas y autolesivas es el de la serotonina (5HT). Los niveles de serotonina bajos se asocian a las autolesiones, impulsividad y agresividad. Por ello se utilizan medicamentos que aumenten los niveles de la misma en el cerebro (antidepresivos).
Hay teorías que defienden que la autolesión propicia una liberación de endorfinas. Los medicamentos como la naltrexona y la naloxona actuarían sobre este sistema. Este caso se contempla más en las autolesiones estereotípicas de los retrasos mentales o autismos.
Condicionamiento y contingencias: Se contempla que existen factores de condicionamiento que pueden ayudar a mantener la conducta. Esta se mantiene porque tiene una función: disminuir el malestar, obtener algo o incluso proporcionar activación fisiológica. La autolesión representa una conducta de evitación. Además esta conducta puede acabar asociándose al lugar en que se practica o a ciertas situaciones, de esta manera cuando la persona se adentre en esa situación aparecerá el impulso de lesionarse pues los circuitos que regulan esta conducta en esa situación habrán resultado reforzados por la repetición.
Otros riesgos:
Las autolesiones son dañinas sí pero hay factores después de la lesión que la persona no tiene en cuenta en el momento. Muchas veces las heridas se infectan y puede ser peligroso e incluso la persona puede enfermar o dañar funciones o áreas vitales del cuerpo. Además las cicatrices serán visibles durante un periodo muy largo (si no llegan a ser permanentes), deberemos llevar ropa que tape la herida, maquillarla, esconderla y todo el empeoramiento de las relaciones sociales que implica mantener algo así oculto. Podemos tener problemas en el trabajo si descubren las cicatrices, problemas de pareja (tal vez no podremos mantener relaciones sexuales por miedo a que vean las cicatrices al quitarnos la ropa)…
Mitos sobre las autolesiones:
- Es falso que la gente que se autolesiona es masoquista, no es que sienta placer en el dolor. De hecho hay estudios que demuestran que la mayoría de las veces los sujetos no sienten el dolor proporcional a la lesión o no como el resto de personas, sólo un 10% manifestaban sentir mucho dolor, mientras que el 67% reportaron poco o nada de dolor.
- Es falso que las autolesiones sean una llamada de atención. La mayoría de las veces son ocultadas y son pocos los casos en que es para llamar la atención.
- Es falso que todos los que se autolesionan son suicidas. Es un mecanismo de defensa utilizado para sobrevivir, no con intención de morir.
- Es falso que es una cosa de la edad y se les pasará cuando crezcan. Hay un porcentaje que efectivamente solucionará el problema por si solo pero, ¿realmente vale la pena arriesgarse? Mucha gente sigue haciéndolo cuando crecen y necesitan ayuda.
- Es falso que todos los que se autolesionan han sufrido abusos. Hay muchos motivos que pueden llevar a una persona a autolesionarse, y esto representa una forma de afrontamiento.
- Es falso que el que se lesiona es porque quiere. No es tan fácil, uno no se hace daño porque sí. Es un círculo vicioso del que es difícil salir.
- Es falso que autolesionarse sea solo cortarse. Ingerir objetos, envenenarse, darse contra una pared, arrancarse el pelo y otros varios tipos de daño también son autolesiones.
- Es falso que si la herida no es grave, entonces tampoco lo es el problema. No debemos infravalorar el peso de una lesión, si una persona hace el esfuerzo de contarnos lo que le pasa debemos tomarles en serio, nuestra reacción tendrá un gran impacto en ellos.
- Es falso que todos los que se lesionan tienen personalidad límite. La relación es más bien a la inversa, es muy probable que el límite se autolesione pero ello no quiere decir que el que se autolesione sea límite.
- Es falso que la gente se autolesiona para ser “popular” o “encajar”. Si lo hiciera una vez aún se podría sostener pero autolesiones repetidas no tienen nada que ver.
¿Qué hacer?
Pedir ayuda. Las autolesiones son un problema serio que requiere ayuda profesional. Es probable que la persona no lo haya contado por vergüenza, culpa o miedo a lo que pensarán los demás. A veces temen que se les ingrese. Debemos mostrarnos comprensivos y dejar que la persona nos pueda hablar de su problema. Si lo ha estado ocultando está claro que no era para llamar la atención. La reacción más típica de la gente es ignorar las autolesiones por lo espeluznantes que resultan vistas desde fuera, sí, son impactantes pero no debemos dejar que el afectado lo note, por mucho que nos cueste es mejor dejar que se explique y que sepa que le vamos a apoyar sin mostrarnos asustados, impactados o asqueados (la mayoría de la gente no soporta hablar de temas así), tampoco debemos hacer como si nada. Deben percibir la gravedad de la situación pero desde el apoyo. Debemos saber que el hablar de ello no va a empeorar el caso, es más le va a permitir a la persona utilizar una vía de expresión o liberación diferente a la habitual (las lesiones). Debemos tranquilizarle sobre sus miedos (suelen temer que los demás piensen que está loco o que es peligroso). Debemos decirle que queremos ayudarles y que no va a pasar nada malo, que cuenta con apoyo y que ir a hablar con un psicólogo no implica que se le vaya a ingresar en un hospital, esto solo se realiza en casos graves o cuando hay un peligro para la persona (en todo caso por su propio bien), de todas maneras las estancias son breves y solo mientras dura el episodio.
A mucha gente le dan miedo las personas que se autolesionan y esto les hace a ellos sentir peor. Las personas que se autolesionan no suponen un peligro para los demás, no son agresivos (por regla general) hacia los demás ni van a hacernos daño. Si es cierto que puede que acaben autolesionandose delante nuestro pero lo más probable es que lo hagan de todas maneras con lo que nuestra presencia en todo caso puede ayudar.
En algunas ocasiones se les recetarán ISRS (antidepresivos) por su función reguladora de la serotonina y del estado de ánimo (alteración asociada a estos episodios). También pueden recetárseles antipsicóticos.
En cualquier caso la terapia psicológica debería ser obligatoria, es imprescindible. Desde ella se abordarán técnicas conductuales y cognitivas que modificarán la conducta y los pensamientos asociados a ella, y nos permitirán entender porque la persona empezó a autolesionarse.
Solo el 10% de personas que se autolesionan pide ayuda, el resto sufren en silencio.
Si tú o alguien que conoces se autolesiona aquí hay algunas estrategias que pueden servir en el momento de necesidad para evitar autolesionarte. Algunas permitirán canalizar la ira, otras sentir la sensación de una lesión sin llevarla a cabo realmente.
- Pintar con un boli rojo la piel en lugar de cortarla.
- Cubre con vendajes el lugar donde te gustaría cortarte.
- Crea una herida con maquillaje.
- Golpea una almohada o saco de boxeo.
- Haz ejercicio físico.
- Gritar o hacer mucho ruido con instrumentos o lo que sea.
- Escribir lo mal que nos sentimos y luego romper el papel o estrujarlo. Escribir en un diario.
- Hablar con un amigo (no necesariamente de la autolesión).
- Pintar o hacer algo artístico que represente nuestros sentimientos en ese momento.
- Coger cubitos de hielo con la mano.
- Hay gente a la que le hace sentir bien meterse bajo la ducha con agua fría o caliente (obviamente no demasiado sino sería una forma más de autolesión).
- Estrujar un huevo en la mano
- Romper algo que no sea valioso (sin hacernos daño), por ejemplo una revista, una caja de cartón, una sabana vieja.
- Pinchar globos.
- Dibujar en las caras de la gente en las revistas.
- Tirar fruta o hielo contra una pared (mejor una exterior y de nuestra propiedad).
- Chuta fuerte un balón contra una pared.
- Construye muñecos de plastilina (y hazles a ellos las lesiones) o destroza un peluche o muñeca.
- Da palmadas hasta que te pique la mano.
- Masajear en lugar de lesionar la zona.
- Morder algo muy picante o amargo (limón, guindilla…).
- Depílate con cera.
- Píntate las uñas.
- Ordena el armario por colores, cuenta hasta 100-500… Cuenta las baldosas, luces, etc…
- Disfrázate, juega a un videojuego, aprende palabrotas en otro idioma…
- Si es la situación en la que estás la que te produce la necesidad de autolesionarte y no puedes emplear alguna técnica para evadirla en ese caso abandona la situación.
Siempre debemos intentar posponer el acto, decirnos, voy a esperar 10 minutos, luego 15… Es un acto impulsivo y estos suelen desaparecer pasado el impulso inicial. Es útil hacer una lista de porque no queremos hacerlo, de los efectos negativos que tiene y los beneficios que aporta no hacerlo, así como la lista de actividades anterior, así cuando el impulso llegue podemos leerla y esto nos ayudará. También podemos llevar una lista con palabras o frases motivadoras o incluso una carta diciendo porque nos queremos, nuestras cualidades positivas o palabras que nos den fuerza y motivación: “tú puedes”, “vales mucho”…
Existe una alternativa virtual que permite realizar “cortes” en la pantalla pero esta técnica no es para todo el mundo pues en algunos puede desencadenar una mayor necesidad de llevar el acto a cabo (visualizar con precaución).
Existen muchas páginas de ayuda para personas que se autolesionan, aunque estén en inglés a mí me han parecido particularmente completas estas tres:
http://www.thesite.org
Para los de habla hispana:
https://www.autolesion.com/preguntas-frecuentes-faq/
Imagen: Wikimedia Commons
FUENTE: Mediciencia.com por Elisabeth Rigo Andrews (Psicóloga) [www.elisabethrigoandrews.com]