El cutting o autolesión es una práctica que cada vez es más común en los jóvenes y adolescentes del país.
Según la psicóloga Esperanza Lázaro, la autolesión es un acto voluntario en el que un niño, adolescente o joven comienza a hacerse daño en su cuerpo destruyendo o lesionando sus tejidos, causándose heridas con elementos cortopunzantes que van desde la punta filosa de los lápices, las cuchillas de un tajalápiz, cuchillos, y prácticas como arañar su piel y morderse las uñas hasta que salga sangre.
Para Nicole Restrepo una estudiante de 21 años de Armenia, Quindío.
“Yo comencé a cortarme a los 14 años afectada por la separación de mis padres, la mala situación económica y el cambio de ciudad y de colegio. Fue en este último donde conocí el cutting”, dijo.
Alexandra Velásquez, la mamá de Nicole, quien salió de Bogotá huyendo del maltrato de su exesposo, dijo que cuando descubrió las heridas de su hija, actuó de manera drástica para que esta conducta no se repitiera en sus otros dos hijos.
“Y es que el cutting al parecer se ha vuelto una moda entre esta población, los niños, adolescentes o jóvenes deciden cortarse por recomendación de los amigos o compañeros de colegio de la mano de otras problemáticas como el bullying y el consumo de sustancias alucinógenas” agregó Alexandra.
La mamá de la joven tuvo que comenzar una nueva batalla contra esta práctica cuando coincidencialmente en la fiesta sorpresa de su hijo Juan descubrió que también se cortaba.
El caso de Juan Guillermo fue diferente al de su hermana Nicole. Juan dijo que comenzó a fumar marihuana a los 11 años por presiones de sus compañeros de colegio y que se cortó por primera vez en diciembre de 2014 por una venganza contra su exnovia que también lo hacía y a él no le gustaba.
José Francisco Cepeda, médico especialista en psiquiatría general y de niños y adolescentes, explicó la ayuda que puede recibir esta población por medio de la psicoterapia y que el cutting es delicado en la medida en que puede tener una intención suicida. También aclaró que este es un síntoma y no un trastorno.
“Desde la psiquiatría el objetivo es llegar al trasfondo sobre cual sobresale este síntoma, para enfocar el tratamiento. El cutting se puede dar dentro de un trastorno psiquiátrico afectivo como la depresión, ansiedad, psicosis o trastornos de personalidad. Lo importante es que estos pacientes busquen mecanismos diferentes para la resolución de sus conflictos, como el estudio o actividades de sus propios intereses”, dijo Cepeda.
Una práctica desconocida
El Personero de Cali, Héctor Montoya, sostuvo que a pesar de la gravedad que podría significar este tipo de prácticas, en Colombia no existe un registro claro de los casos, porque los padres o los colegios no los reportan.
“En la capital del Valle del Cauca se presentaron 13 casos en el 2015 que llevaron incluso a algunos niños y jóvenes a la muerte”, contó Montoya.
Para Olga Zárate, coordinadora de programas transversales del Ministerio de Educación, los estudios del cutting son nuevos y no existen estadísticas en el país porque va en contravía de la práctica.
“Los niños, jóvenes y adolescentes que realizan esta práctica lo hacen de manera secreta y no quieren ser descubiertos. Este secretismo logra que no se tengan registros de los casos y sea muy difícil llevar estadísticas”, agregó Zárate.
Lo cierto es que según algunos especialistas, familiares de víctimas y funcionarios consultados por RCN Radio, el cutting en Colombia cada vez toma más fuerza y el Ministerio, según Zárate, trabaja articuladamente con los colegios y salud pública para tomar las medidas correspondientes en prevención. Mientras tanto los casos siguen creciendo sin reporte alguno.
FUENTE: Por Negaira Roa para rcnradio.com