No hay un motivo concreto y sí una finalidad, que es la de castigarse y convertir su dolor emocional en un daño físico, pero esto no es fruto de un impulso. Se puede controlar. De ahí que el psicólogo clínico en la unidad infanto-juvenil del Chuac, José Luis Rodríguez-Arias, explique que las autolesiones entre los adolescentes no pueden ser aceptadas.
En su consulta, atiende casos todos los años de este tipo y aunque entiende que las familias traten de vigilar a los jóvenes para que no se hagan cortes o se golpeen, es imposible estar controlándolos al 100%.
La solución pasa por terapia y tratar de mejorar su situación emocional y las relaciones personales: “Para ellos, provocarse heridas es una forma de descargar la ansiedad, algo así como que no se soportan y se centran en ese dolor físico”.
Otra cosa son los juegos que circulan a través de las redes sociales como el que se conoce como la “ballena azul” que sí tienen una finalidad física. Y porque las autolesiones tienen que acabarse, el especialista destaca el compromiso de sus pacientes por conseguirlo: “Son muy respetuosos con lo que prometen”. Rodríguez-Arias señala que no se pueden regular ni dejar poco a poco: “No es una costumbre ni una adicción, es un acto voluntario y libre”, que se puede evitar desde ya, pero es importante que “no sea algo impuesto ni por el profesional ni por sus padres”.
Comenta que se debe aumentar la confianza en el adolescente y, en este sentido, el psicólogo trabaja a solas con los jóvenes, pero normalmente están acompañados por sus familiares porque ellos también necesitan unas pautas para afrontar la situación.
Información
Para el experto, el acceso “que tenemos a la información desde hace años es positivo, siempre que se utilicen bien los recursos ya que de hacerlo mal, hacen más daño todavía”. Sobre los juegos que incitan a lastimarse, afirma que son minoritarios, pero que una desgracia por algo así tiene mucha más repercusión: “Es como la noticia de hace unos días, de unos abuelos que dejaron al nieto en el coche mientras se fueron a un museo”. En todo caso, son sucesos llamativos.
Las autolesiones no tienen una explicación psicológica y responden a una realidad, la que de que “el dolor emocional es más duro y difícil que el físico”, pero ambos se pueden superar desde la terapia.
FUENTE Por M.G para elidealgallego.com, A coruña, España el 16/07/2017